¡Un oscar al Seu Madruga!

Su camiseta ajustada, sus jeans añejados y su mil veces pisoteado sombrero merecen un reconocimiento. Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Brasil ya se han rendido a su carisma; pero México (lindo y querido), cuna de su gran amor, se rehusa a valorarlo como se debe.
Don Ramón es su nombre, mas en el contexto balboístico dejó de serlo para adoptar el de Seu Madruga. Junto a Chaves, Quico y la Chiquinha nos han entretenido a (casi) todos durante décadas, un verdadero hit de teleaudiencia. Descubrirlo en Madrid no fue sorpresa, como sí lo fue la reacción de las embajadoras de la hermana república azteca.
Con el debido respeto a su critero, aquí les dejo un lujo de vídeo. Y si la Pé se llevó la estatuilla por su papel en Barcelona, pues este hubiera sido mejor candidato.