Línea 1

De hoy en adelante, en la medida de mis posibilidades, de mis ganas, y de mis ojos, escribiré reflexiones -algunas- sobre uno que otro periódico español. Será un espacio abierto a la curiosidad, y a la reflexión. Es que es fácil, solo es cuestión de pensar de sobra.

Por ahora, este espacio virtual se llama Línea 1. Es en honor a esa cadena de vagones blancos, ruidosos y lentos que me llevan y me regresan del trabajo y que me permiten dedicar unos minutos (entre 15 y 25, dependiendo de la hora) a la lectura de los rotativos.

Línea 1
27 de abril
La bendita mascarilla

Poco faltó para que la portada de El Mundo también mostrara, para cansar más la vista, esa mascarilla celeste que ya las mentes juguetonas asocian libremente a México y a la nada célebre gripe porcina. En nueve páginas seguidas, hay cinco fotos mostrando esa suerte de prenda. Abrir la página 8 supone una sorpresa y creo que es casi imposible no sonreír: una pareja, él y ella, luciendo su amor ante el obturador con un "beso", con la mascarilla puesta. Ya me imagino el grito de los románticos del february 14th: "Es que no hay barreras ni muros para el amor". Ahhh, digo yo, si el amor fuera cuestión de un beso, pero ese es otro tema. La cuestión por ahora es la foto: ¿se le habrá ocurrido a más de algún editor ponerla en portada? Total, lo que vende en la calle ya sabemos qué es, y es tan amarillo como cualquiera de los Simspon. En estos días, y los que vienen, sin embargo, a lo mejor el color cambia a celeste.


Lo que creo es que El Mundo no erró al colocar la foto de los amantes frustrados (lo de "frustrados" es mío) en el cierre de la cobertura, es decir, ya en la octava de las nueve páginas dedicadas al tema. No se resta seriedad al tema y por el contrario, refresca aunque sea un poco, solo un poco. ¿Se pudo haber cubierto el tema sin poner tanta foto de la mascarilla? También es cierto que la prenda es el símbolo más visible de la peste y por algo hay que atraer al lector para que lea las páginas que cuestan 1.10 euritos.


Otra cosa, en la página 2, se habla de una "Primera ministra de Islandia" que triunfó en las elecciones del sábado. "Muy popular, abiertamente europeísta y casada con una periodista, tendrá que gestionar un país en bancarrota". Pues yo leí esas líneas y creo que las releí dos veces... Es que en El Salvador, me imagino el escándalo que se habría armado no con el gane, sino con la mera postulación a candidata, de esta popular política homosexual. Los conservadores, en todo caso, no lo habrían permitido y habrían reformado la Constitución o habrían aplicado ese artículo que dice todo aspirante a candidato debe tener notoria moralidad o algo así. Lamentable cerrazón mental la de mi país querido. Pero muy bien por El Mundo que trata el tema con absoluta linealidad, carente de colores cegadores y distorsionadores, porque lo que importa es el gane, ¿o no?
Pero hay otra interpretación, el extremo opuesto, desde el punto de vista del ínfimo espacio que se le dio al tema. Como la ahora "Ministra Prima" está felizmente casada con una periodista, mejor le damos nula relevancia a su triunfo electoral.
Pero pregunto yo, en este caso, ¿es de carácter relevante, informativo, importante el hecho que la ganadora no sea heterosexual? Yo digo que no.

Buen provecho a los que como yo, están a punto de cenar. Sayonara.

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